miércoles, 22 de febrero de 2012

DIPLOMADO “ATENCIÓN A LA FAMILIA Y A LA PAREJA EN SITUACIONES ESPECIALES”


DIPLOMADO  “ATENCIÓN A LA FAMILIA Y A LA PAREJA
 EN SITUACIONES ESPECIALES”
Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano
Universidad del Valle
Cali - Colombia












miércoles, 1 de febrero de 2012

PELÍCULA “APAPORIS”


APAPORIS, SECRETOS DE LA SELVA
Un documental de Antonio Dorado



Tuve la oportunidad de ver el documental APAPORIS, EN BUSCA DEL RÍO (ó APAPORIS, SECRETOS DE LA SELVA) en el año 2009, en el marco de mi curso “Cine, sociedad y trabajo social”, dictado a estudiantes de  Trabajo social de la Universidad del Valle, en Cali.

Como parte del curso, había invitado a Antonio Dorado a que nos diera una charla sobre cine, a que nos compartiera sus experiencias del “séptimo arte”  –ya Antonio era famoso con su film El rey-, y en forma muy generosa atendió la invitación y nos sorprendió con la presentación de su documental APAPORIS … (aún en etapa de producción).

Fue un día mágico para todos; nos maravillamos por la belleza del documental, su fotografía, el tratamiento dado a la temática.
“Dorado inició el viaje hacia Apaporis encantado por los relatos del libro El río de Wade Davis, donde este explorador en residencia de la National Geografic recorre los pasos de su maestro, el padre de la etnobotánica Richard Evans Shultes, quien en la década del cuarenta, mientras el mundo se enfrentaba en la Segunda Guerra Mundial, penetró el corazón de la selva amazónica colombiana enviado por el gobierno de los Estados Unidos para buscar Caucho de alta productividad resistente a las plagas, y se quedó durante doce años acogido por el misterio y la hospitalidad de comunidades originarias como los Tanimucas, los Barasanos, los Taiwanos, o los Kawiyari, quienes le compartieron muchos de los secretos de la magia espiritual de sus ceremonias y sus miradas del mundo. Este encuentro, se mantiene perenne en unas poderosas fotografías que junto al “diario de viaje” del director caucano y profesor de la Escuela de Comunicación Social de La Universidad del Valle, tejen el hilo narrativo de un documental que es autoreflexión sobre la importancia de la selva amazónica para el planeta y es manifiesto contra su destrucción; es navegación por el río Apaporis y es inmersión en los cambios que han sufrido las comunidades, sus territorios, sus lenguas y sus conocimientos desde que Shultes las exploró”. Ana Carolina Muriel

Luego, asistí a otra mágica presentación en el Teatro Municipal de Cali, con la orquesta y coros “en vivo”, que realizaron la banda sonora de la película.

“Apaporis, nuestro paraíso desconocido, tuvo una majestuosa premier hace un poco más de un año, en el Teatro Municipal de Cali, en donde la Orquesta Filarmónica de Cali y los Coros de la Universidad del Valle interpretaron en vivo la banda sonora. Aqui les compartimos un pequeño recuerdo de ese gran día”. http://www.facebook.com/#!/enbuscadelrio

En este mes de febrero, día 17, en Bogotá y Cali, se va a hacer el estreno oficial del film en Colombia. Un documental que vale la pena verlo, y los(as) invito a vivir ese mundo mágico que nos muestra el cine, y más con este excelente y hermoso documental. En aras de la complicidad por el buen cine, un documental para aprender y para compartir.




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Documental colombiano Apaporis, en busca del río se estrena en cines de Nueva York y Los Ángeles

“El documental Apaporis, en busca del río del director Antonio Dorado estará en carteleras de cine de Estados Unidos, por una semana, a partir del 30 de julio, primero en el IFC Center de Nueva York y luego, desde el 05 de agosto en el Arclight de Los Ángeles. El lanzamiento se realizará en el marco del DOCUWEEKS 2010, la muestra anual de la Asociación Internacional de Documental –IDA-, que en los últimos 13 años ha generado 17 nominaciones y 7 ganadores a los premios Oscar. El documental es ganador de las convocatorias del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico –FDC- en las modalidades de Realización y Postproducción.

Apaporis es un diario de viaje místico por el noreste amazónico, desde Mitú hasta el río Apaporis -rincones inexplorados de la selva amazónica-. Siguiendo los pasos del etnobotánico Richard Evans Schultes, se documentan secretos del conocimiento indígena como la preparación del curare y una reveladora práctica para revivir a los muertos. Mostrando cómo sobreviven las lenguas y conocimientos ancestrales, en medio del conflicto armado y las políticas del Plan Colombia es un documental en el que se cuestiona el desplazamiento de la guerra hacia la selva; de qué manera cómo, pese a la lucha de los chamanes por combatir a los espíritus malignos, las comunidades están asediadas por la desaparición de sus lenguas y culturas.

DOCUWEEKS, que este año llega a su edición número 14 y que se llevará a cabo entre el 30 de julio y el 19 de agosto en Los Ángeles y Nueva York, es una iniciativa de la IDA para presentar al público documentales de corto y largometraje para que sean calificados para consideración de los premios de la Academia. La IDA es una organización sin ánimo de lucro que desde 1982, apoya la realización de documentales de todo el mundo por considerarlo vital para cada una de las culturas y sociedades a nivel mundial; y que a través de su portal ofrece noticias especializadas, una publicación trimestral e información de sus diferentes programas que abarcan la promoción, servicios, formación, eventos, entre otros.

“Es necesario apelar a la creación audiovisual para registrar documentos independientes como actos de resistencia y no perder la esperanza de conservar los ríos de conocimiento que nos pertenecen. Hay saturación de producción audiovisual que recrea la visión violenta de los acontecimientos que vive el país y es necesario ahora, destacar la cultura, la memoria, el conocimiento y los territorios indígenas, propiciando sentimientos de autoestima y autovaloración. Estamos convencidos que desde la óptica de la etnobotánica, tenemos un registro diferente y fascinante que no ha sido lo suficientemente explorado”, afirma de su película Antonio Dorado, recordado por su ópera prima El rey, película seleccionada por Colombia para las nominaciones de los Premios Oscar (2005) y nominada a Mejor Película de Habla Hispana en los Premios Goya de la Academia de Ciencias Cinematográficas de España (2005).

Apaporis contó con la participación especial de Wade Davis, autor de los best seller La serpiente y el arco iris (The serpent and the rainbow, 1986), llevado al cine por Universal Studios y El río (One river, 1996) quien es explorador en residencia de la National Geographic Society e investigador asociado del Instituto de Economía Botánica del Jardín Botánico de New York. Es una especie de Humboldt contemporáneo que pasó varios años en el Amazonas y los Andes, viviendo con cerca de 15 grupos indígenas, en 8 países de Latinoamérica, tiempo durante el cual reconoció los usos que las diferentes culturas le dan a las plantas y completó una colección botánica de 6.000 ejemplares. Así como su profesor Richard Evans Schultes, Wade Davis asegura que el pensamiento indígena de América Latina no puede entenderse por fuera de su relación con las plantas.

El documental, aparte del FDC, cuenta con el apoyo de la Gobernación de Nariño, WWF, Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional Colombia (Acción Social), ProArtes, Festival Internacional de Cine en Guadalajara: Guadalajara Construye, The Lift, Titra California, New Art Digital, Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.

Para mayor información de la programación del documental en DOCUWEEKS se puede consultar la página www.documentary.org y para información de la película en www.apaporis.com y/o www.fundacionimagenlatina.com.
Fuente: Proimágenes Colombia”
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El Espectador, Bogotá, febrero 19 de 2012

El río de Antonio Dorado
Por: Alfredo Molano Bravo

 Se estrenó esta semana ‘Apaporis’, documental de Antonio Dorado sobre uno de los ríos más fascinantes y desconocidos del país. Nace en los humedales situados entre la serranía de la Macarena y las sabanas del Yarí.

 Corre transversalmente, rompe con su fuerza los tepuyes de Chiribiquete para unirse con el río Caquetá y desembocar juntos en el Amazonas. Son aguas que saltan de raudal en raudal y que forman uno admirable, el Jirijirimo, donde el río cae en cascada unos 50 metros, formando nubes de lluvia y arco iris. Los accidentes de su curso han dificultado la explotación económica, pero no la “evangelización de naturales”. El saqueo del caucho y del chicle durante la Segunda Guerra Mundial dejó, paradójicamente, una ganancia: las detalladas investigaciones de Richard Evans Schultes (1915-2001) sobre etnobotánica, que mostraron la trascendental importancia que para la humanidad tiene la sabiduría indígena de las comunidades amazónicas. Apoyado en ese espíritu, Wade Davis revive en el libro El río la aventura científica de quien fue su maestro, que Antonio Dorado capta magistralmente en el documental. Evans hizo un inventario de las manchas de árboles de caucho para el Departamento de Estado, pero se apasionó por la selva y por los pueblos que la habitaban, conocían y gozaban. Dejó, además de textos científicos y diarios, una colección de fotografías verdaderamente artísticas. Davis escribió el libro sobre esa aventura en el Apaporis, y Dorado una película sobre El río para contar la historia del saqueo de la selva por los comerciantes y de la destrucción de conocimientos indígenas por parte de las Iglesias. Dorado no hace sus denuncias en tiempo pasado, sino en presente y en futuro. No se trata sólo del caucho, de la madera, del curare, sino también de la coca, del oro, del coltán, del robo de la sabiduría de los chamanes por parte de las firmas farmacéuticas y, sobre todo, de la destrucción sistemática de la selva. Las imágenes de Dorado son admirables y aterradoras: la motosierra aserrando bosques y amenazando comunidades, el Estado fumigando, la guerrilla atacando, y el país impávido. Y al tiempo, nos pasea por la chagra donde los indígenas cultivan la coca, la yuca amarga, la pipuña —chontaduro—; nos lleva de cacería al monte donde preparan el curare, cazan el mico, buscan la apreciada larva de mojojoy, y nos pasea por la maloca donde crían a sus hijos, aman a sus nietos, celebran sus danzas, preparan el mambe, interrogan el firmamento y miden el tiempo. Apaporis nos pone frente al inminente arrasamiento de culturas que conocen el secreto de la conservación de la selva amazónica, el uso de propiedades botánicas de muchas plantas desconocidas por nuestra brutal civilización y la desaparición de sus lenguas, ritos e interpretaciones del infinito. ¡Pavorosa realidad! ¿Cómo puede ser posible que asistamos a un holocausto cultural —tan de moda por la globalización— para que unos pocos y poderosos capitales se lucren con la explotación del Apaporis y en general de la Amazonia? ¿Cómo una sabiduría que ha logrado vivir de la selva amazónica sin destruirla puede ser inferior al atesoramiento de recursos minerales en manos de unos pocos inversionistas? Porque hoy ya no se habla en abstracto: la Cosigo Resources, una empresa aurífera canadiense, está detrás del oro —o de lo que encuentre— en la región, que por lo demás no es sólo un resguardo indígena, sino un parque nacional.
La Corte Constitucional está en mora de fallar una tutela interpuesta desde hace varios años por los indígenas, que busca impedir que sean aceptadas las 23 solicitudes de títulos mineros que cursan ante el Ministerio de Minas para entrar a saco en la tierra de la anaconda y el jaguar. La última secuencia de la maravillosa obra de Dorado muestra un indígena que ha cazado una paloma con un dardo untado de curare disparado con cerbatana. En sus manos, rezándola y soplándola, la saca de la muerte. El cazador-curandero sonríe levemente a medida que el pájaro revive, como si la sonrisa no fuera expresión de su dicha, sino el medio para devolver la vida, obra milagrosa de un “dios vivo”. Si con Apaporis el país volteara la cara un instante a mirar la selva, Antonio habría cumplido su objetivo, que tanto trabajo y sacrificio le ha costado.
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LA PALABRA, Universidad del Valle, Cali, DICIEMBRE DE 2011

Antonio Dorado: metáforas de un país en guerra.


Por: Ana Carolina Muriel Aguilera*

Quisiéramos retroceder las decisiones que favorecen las guerras, el narcotráfico, los intereses de las multinacionales mineras, petroleras, forestales y farmacéuticas. Quisiéramos que la sensatez tome de nuevo su lugar. Pero esto no es más que una ilusión, el reto es hacerlo realidad.” Antonio Dorado

 En la parte media del río Apaporis, afluente del río Caquetá que discurre por los departamentos de Guaviare, Caquetá, Vaupés y Amazonas, parados en india fila junto al Raudal del Jirijirimo, palabra que en lengua Kawiyarí significa “Cama de la Anaconda”, tres niños, nietos de un chamán, observan sosegados la majestuosa e indomable fuerza del agua que se despeña en una catarata solemne y vigorosa. Esta imagen, es la síntesis del esfuerzo que implica hacer un documental como Apaporis; pues para lograrla, fue necesario trasladar por los difíciles caminos de la selva un enorme lente teleobjetivo y el trípode, grande y pesado, necesario para sostenerlo. Esta imagen es también la síntesis de la mirada mestiza y propia de la selva; en ella los seres humanos estamos bajo los designios de la inmensidad de la madre naturaleza; en sensible diferencia del primer plano que nos otorga la mirada europea.

Después de filmar El Rey, Antonio Dorado sintió la pulsión de búsqueda de sus raíces originales, sin embargo su trabajo sobre el Macizo Colombiano, territorio donde nació, aún está pendiente. En su lugar, como una manera de hacer algo mas personal y cercano a sus raíces, se embarcó en la realización de Apaporis, un documental producido por la Fundación Imagen Latina, con el apoyo del Fondo para el desarrollo cinematográfico y el Fondo para la cultura y las artes del Valle del Cauca, el cual ha sido reconocido internacionalmente en diferentes festivales. Fue ganador del I Festival CVC 2008, recibió el Premio Especial Colombia al 100% del Festival Internacional de Cine de Cartagena 2011, fue Selección Oficial en el Docu Week 2010 en Nueva York y Los Angeles, en el Festival Internacional de Guadalajara 2010 y en el Festival Internacional de Cinema de Suiza Vision du Reel 2011 y fue galardonado con el premio GUADALAJARA CONSTRUYE del Festival Internacional de Guadalajara 2009, gracias al cual será posible verlo en 35 milímetros, calidad cinematográfica con la que se estrenará en las salas de cine nacionales el próximo 16 de Febrero del 2012.

Dorado inició el viaje hacia Apaporis encantado por los relatos del libro El río de Wade Davis, donde este explorador en residencia de la National Geografic recorre los pasos de su maestro, el padre de la etnobotánica Richard Evans Shultes, quien en la década del cuarenta, mientras el mundo se enfrentaba en la Segunda Guerra Mundial, penetró el corazón de la selva amazónica colombiana enviado por el gobierno de los Estados Unidos para buscar Caucho de alta productividad resistente a las plagas, y se quedó durante doce años acogido por el misterio y la hospitalidad de comunidades originarias como los Tanimucas, los Barasanos, los Taiwanos, o los Kawiyari, quienes le compartieron muchos de los secretos de la magia espiritual de sus ceremonias y sus miradas del mundo. Este encuentro, se mantiene perenne en unas poderosas fotografías que junto al “diario de viaje” del director caucano y profesor de la Escuela de Comunicación Social de La Universidad del Valle, tejen el hilo narrativo de un documental que es autoreflexión sobre la importancia de la selva amazónica para el planeta y es manifiesto contra su destrucción; es navegación por el río Apaporis y es inmersión en los cambios que han sufrido las comunidades, sus territorios, sus lenguas y sus conocimientos desde que Shultes las exploró.

El proceso de producción de un documental es siempre dinámico y se transforma en la marcha porque la realidad y el presente están en constante movimiento. Cuando Dorado estaba leyendo El río, tuvo la oportunidad de hablar telefónicamente con su autor para compartirle la idea del proyecto, y aprovechando un viaje que tenía planeado a los Estados Unidos, acordó entrevistarse en Washington con él, quien lo contactó con la familia de Shultes.

- Inicialmente la idea para la narración era que yo viajaba a Boston donde la esposa del profesor Shultes, recogía las cenizas de él, regresaba con Wade Davis hasta el Apaporis y las regábamos en el Jirijirimo y, en el camino, en ese viaje que yo hacía con él, se desarrollaba el documental en torno a la mirada de Shultes sobre este país, pero como siempre pasa en los documentales, una cosa es lo que uno quiere y otra lo que se puede, porque cuando íbamos a empezar nos enteramos de que la viuda, en una reunión familiar, había regado las cenizas en el jardín de la casa. Fue allí cuando se me ocurrió la idea de usar las fotos como un elemento organizador de todo el proyecto.

Habitualmente la selva amazónica ha sido narrada desde el punto de vista extranjero, y verla ahora, desde la mirada de un mestizo, donde convergen múltiples cosmovisiones del mundo sin perder la originaria, hace de Apaporis un documental especial para los colombianos, esto se reafirma porque está hecho en casa, por un equipo rico en egresados de universidades públicas, con una fotografía impactante dirigida por Mauricio Vidal, un montaje magistral a cargo de Mauricio Vergara, un sonido impecable realizado por César Salazar y una fascinante música original creada por Alejandro Ramírez Rojas e interpretada bajo su dirección por la Orquesta Filarmónica de Cali y el Coro del Taller de Ópera de la Universidad del Valle, donde el lenguaje occidental de la música clásica se mezcla con un coro mixto, flautas indígenas y percusión étnica, en un místico y armónico mestizaje sonoro.
Entre el documental y la ficción
Paralelamente a la realización de Apaporis,Dorado ha estado trabajando en la película La Reina. Esta historia, actualmente en post producción, es la segunda entrega, después de El Rey, de un tríptico sobre las mortíferas huellas del narcotráfico en Cali mostradas en esta ocasión a través del retrato de Sofía, una caleña estereotipada en quien se condensan la ambición, la belleza, la violencia y el baile. Como en Apaporis, la génesis de este proyecto también la encontramos en los libros, pues por un lado la idea original nace de La Dura, una historia del escritor caleño Umberto Valverde, la cual originalmente fue un guión en cuatro capítulos y luego fue incorporada en su novela Quítate de la vía perico, publicada en el 2003; y por otro lado La Peste, de Albert Camus, es el relato que acompaña a Camilo, uno de los protagonistas e inspira la metáfora que atraviesa la película, del narcotráfico como una peste de ratas invadiendo la ciudad.

- Sofía es una metáfora de la ciudad, es una mujer bonita y coqueta, Sofía no es una Rosario Tijeras, ni una asesina, ni una narco, ni una puta de narcos, sino sencillamente una pelada que anda en ese mundo, le gusta la rumba, le gusta vivir bien, anda en ese entorno y con la llegada del narcotráfico termina usada y golpeada.
 Para Antonio Dorado, producciones como Apaporis y La Reina hacen parte de proyectos de creación audiovisual donde le apuesta a construir con el apoyo de las instituciones culturales estatales, alcaldías y gobernaciones, una industria cinematográfica propia, que se convierta en una alternativa de empleo, con resultados de alta calidad y desde la cual sea posible contar nuestras historias a través de grandes producciones que no se frustren, por ejemplo, ante los altos costos de filmar La Reina, una película donde abundan las escenas de gánsters o con llenos totales de discotecas como Changó o Tin Tin Deo; la cual además, estilísticamente, es un proyecto de época, donde el vestuario, el color y las locaciones fueron diseñados e intervenidos especialmente para ambientar la historia en los agitados ochenta donde la ciudad sobrevivía en un baile de sangre, ratas, delirio y Salsa.
 Metáforas de la guerra
 Tanto en La Reina como en Apaporis subyace una profunda reflexión sobre la relación del narcotráfico con la guerra en Colombia. El narcotráfico se dibuja como uno de los conflictos y expresiones más crueles de esta guerra, en el cual nuestra sociedad ha perdido la biodiversidad, la vida, la dignidad, la memoria y la sensatez. En este conflicto se ha olvidado el uso ancestral, medicinal y alimenticio de la hoja de coca, y en ese feroz olvido se han desangrado juntos selvas, campos y ciudades; mujeres como Sofía y ríos como Apaporis, que desde la creación audiovisual alzan su voz como metáforas de un país en guerra.
*Estudiante de Licenciatura en Literatura.
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COMPARTO UN CORREO ELECTRONICO DE ANTONIO DORADO:

“El 17 de Febrero se estrenará el documental "APAPORIS". Después de mucho esfuerzo logramos hacer un corte profesional, con la calidad y el afecto que merecen los trabajos que se hacen con las entrañas. No es fácil tener un documental en las salas de cine . Estamos trabajando muy duro para que el público asista, no solo por la apuesta estética del colectivo de trabajo, sino porque estamos convencidos que necesitamos mirar la selva de un modo distinto. Es simplemente un pretexto para sumarnos con terquedad al propósito hacer visible este tema en agenda del país. 

El trailer lo pueden ver en  www.apaporis.com 

 Los invito a unirse, con familiares, amigos, medioambientalistas y ecologistas, a nuestro grupo en facebook:
http://www.facebook.com/enbuscadelrio
A los compañeros que tienen vínculos con medios de difusión, que requieran ampliar la información, por favor escribirme a mi correo.  

Un fuerte abrazo y gracias de antemano por tenernos en cuenta”.

Antonio Dorado