SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS Y TRABAJO SOCIAL
Realmente me alegra la gran
importancia y significado que está adquiriendo la sistematización de
experiencias para el Trabajo social y otras profesiones-disciplinas.
La semana pasada, por invitación de la
profesora Milvia José Zuleta, Trabajadora social y Decana de la Facultad de
Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de la Guajira – Colombia, tuve la
oportunidad de dictar un Seminario sobre esta temática a docentes del programa
de Trabajo social de esta Universidad en la ciudad de Riohacha.
Fue una valiosa experiencia compartir
conocimientos con este excelente grupo de profesoras y profesores. La
sistematización de experiencias -o de prácticas-, de algo secundario pasa a ser
una actividad relevante en la profesión. Según Alfonso Torres Carrillo, “la
sistematización ha pasado de ser una temática subsidiaria de otras prácticas
sociales y discursivas, para convertirse en un espacio que convoca sus propios
discursos, instituciones, prácticas y especialistas”. Sí, como lo señalaban
Morgan y Quiroz en los ochenta (del siglo pasado), la sistematización ha
resultado una expectativa porfiada, terca para reaparecer una y otra vez, a
pesar de las críticas que ha recibido en cada ocasión que levanta cabeza. La
promesa que la sistematización representa como camino sigue siendo válida y
está viva en nuestro medio. Y aún quedan
muchas cosas por decir.
En palabras de Oscar
Jara: “La experiencia es siempre vivencial: implica una vinculación física,
emocional, y también intelectual con el conjunto de elementos del entramado
inmediato con el que me relaciono. Las experiencias son por tanto, lugares
vivos de creación y producción de saberes”.
Es un deber académico explicitar la
concepción de sistematización que vayamos a utilizar. Tratando de ser coherente
con lo anterior, entiendo la sistematización de experiencias como:
Un
proceso teórico y metodológico, que a partir de la recuperación e
interpretación de la experiencia, de su construcción de sentido y de una
reflexión y evaluación crítica de la misma, pretende construir conocimiento, y
a través de su comunicación orientar otras experiencias para mejorar las prácticas
sociales.
En todo caso, debe quedar claro que
sistematizar es algo más que recuperar una experiencia; es teorizar la práctica
vivida; es producir conocimiento a partir de la misma. En otras palabras,
“sistematizar es hacer una lectura teórica: es referir una experiencia
colectiva a un modo de comprenderla. Y
una lectura teórica es siempre una traducción a un modo de ver las cosas, es
una interpretación” (Ricardo Zuñiga). Sí, sistematizar es mucho más que
“ordenar”: es interpretar, es atribuir un sentido.
Cumpliendo una promesa a dichos
docentes creé en Facebook el Grupo público SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS,
como un espacio para compartir experiencias, bibliografía/cibergrafía, eventos,
etc. Enlace:
Hace unos días una profesora de
Trabajo social me pidió el favor de recomendarle cinco textos “básicos” sobre sistematización
de experiencias. Volví a mi biblioteca física y elegí estos libros:
JARA, Oscar. Para sistematizar
experiencias, ALFORJA-IMDEC, México, 1997.
CIFUENTES GIL, Rosa María. La
sistematización de la práctica del trabajo social, Editorial
LUMEN/HVMANITAS, Buenos Aires, 1999.
MEJÍA, Marco Raúl. La sistematización empodera y produce
saber y conocimiento. Ediciones desde abajo. Santafé de Bogotá, 2008.
SANDOVAL AVILA, Antonio. Propuesta
metodológica para sistematizar la práctica profesional del trabajo social,
Espacio Editorial, Buenos Aires, 2001.
CARVAJAL BURBANO, Arizaldo. Teoría y práctica de la sistematización
de experiencias, Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano-Facultad de
Humanidades, Universidad del Valle, Cali, 5ª. Edición, 2014.
“Cuántas veces nos habremos encontrado
con compañeros que tienen una gran experiencia de trabajo de muchos años, pero
que nunca la han podido evaluar ni sistematizar. Con ello han permitido que
otros caigan en sus mismos errores y no han permitido que otros aprendan de sus
avances”. -Oscar Jara
“Para la sistematización de prácticas,
comencemos haciendo sistematización de nuestras expectativas, de nuestras
tareas, de nuestras esperanzas, de nuestras ilusiones”.- Ricardo Zúñiga
“Maestros innovadores, profesionales
prácticos y trabajadores comunitarios acuden hoy a la sistematización como
estrategia para reconstruir, comprender y transformar sus prácticas”. -Aportes
No. 44
Hay que insistir en la importancia de la sistematización como producción de conocimiento, como una teorización de la práctica vivida. Pero es un conocimiento que tiene una utilidad práctica: reflexionar sobre nuestras experiencias para mejorarlas y que otros aprendan de estos procesos.
El Trabajador(a) social o cualquier profesional que trabaje en desarrollo u otro tipo de
procesos, debe ser, según Shon, “un profesional reflexivo en la acción”, y en
esta dinámica la sistematización juega un papel fundamental.
Y, como siempre, los(as) invito a vivir esta AVENTURA de la sistematización de experiencias.
***
ANEXOS:
VIDEOS EN YOUTUBE:
MARCO RAÚL MEJÍA
Sistematización de Experiencias Parte I y II
0SCAR JARA
Evaluación y Sistematización de Experiencias 1
CIBERGRAFÍA:
PATRICIA CASTAÑEDA
“Propuestas metodológicas para trabajo social en intervención social y sistematización. Cuaderno metodológico”. Ver enlace:
http://mitrabajoessocial.blogspot.com/2015/06/propuestas-metodologicas-para-trabajo.htmlALBOAN, Instituto de derechos Humanos Pedro Arrupe y Hegoa, editaron una publicación titulada: “La sistematización una nueva mirada a nuestras prácticas. Guía para la sistematización de experiencias de transformación social.” que quería ser guía y un primer acercamiento al tema desde la realidad de las organizaciones sociales. Ver enlace:
http://www.alboan.org/portal/seccion.asp?N=108
No hay comentarios:
Publicar un comentario