jueves, 29 de octubre de 2015

LIBRO TRABAJO SOCIAL COMUNITARIO


FERNÁNDEZ GARCÍA, Tomás y Antonio López Peláez (2008). Trabajo social comunitario: Afrontando juntos los desafíos del siglo XXI. Madrid, Alianza Editorial.

Como coordinador de la Especialización en Intervención social comunitaria de la Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad del Valle, he vuelto a revisar textos sobre comunidad, Intervención comunitaria y Trabajo social comunitario.

En esta ocasión quiero resaltar este libro de Fernández y López, que se suma a una amplia producción sobre el campo comunitario, tanto a nivel teórico como metodológico.

“Las oportunidades y problemas a los que se enfrenta cada persona a lo largo de su vida no pueden ser resueltos solamente desde una perspectiva individualista: es necesario abordarlos desde una perspectiva comunitaria, porque afectan a nuestra vida en común, y requieren una acción colectiva para poder ser resueltos de forma coherente con nuestros valores. En este libro se elaboran unos fundamentos teóricos y metodológicos, basados en la noción de ciudadanía, que buscan aportar un punto de vista equilibrado, operativo y centrado en la dignidad de las personas. Específicamente, se analiza cómo aumentar o fortalecer la dimensión comunitaria, y cómo ponerla en acción, para hacer frente a los desafíos estructurales que condicionan nuestra vida”. 
https://www.dykinson.com/libros/trabajo-social-comunitario-afrontando-juntos-los-retos-del-siglo-xxi/9788420648606/

Hace algunos años, para la revista Prospectiva (No. 13, 2008), de la Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad del Valle, elaboré la siguiente reseña del citado texto:

“Ante la escasa literatura sobre trabajo social comunitario, un libro sobre la temática siempre es bienvenido. Los españoles Tomás Fernández y Antonio López enfrentan el desafío de realizar este texto, donde también el Trabajo social comunitario es un desafío del siglo XXI.

La obra se divide en seis capítulos. En el primero se aborda la necesidad del Trabajo social comunitario; el segundo se refiere al TSC en acción, del diagnóstico a la intervención. El tercer y cuarto capítulos analiza la relación entre TSC y valores y ciudadanía, en el marco de la experiencia comunicativa y la acción colectiva y la capacitación a comunidades. La dinámica del TSC se aborda en el quinto capítulo, terminando con el sexto en el que se miran los ámbitos del TSC.

Los autores señalan que en la dimensión social de la realidad humana descansa el fundamento teórico y la vitalidad práctica del Trabajo Social Comunitario. “Desde una perspectiva basada en la noción de ciudadanía democrática, determinados desafíos, como la exclusión social, la pobreza, la desigualdad, la integración de los flujos inmigratorios o la degradación de un barrio en una gran ciudad, no pueden resolverse aplicándoles una óptica exclusivamente individualista. Exigen el concurso de la acción colectiva, de la respuesta organizada de los ciudadanos con un propósito determinado” (pp.13-14). Añaden que mediante el Trabajo Social Comunitario, que capacita a las personas para actuar organizadamente, constituyendo una comunidad de intereses y de acción, se pueden afrontar las características estructurales de nuestras sociedades, ejerciendo presión para orientar los procesos de cambio social en una dirección determinada. “Prepararnos para la acción colectiva, cultivar el conjunto de habilidades y conocimientos impredecibles para actuar con otros y generar en cada persona los requisitos básicos para poder interaccionar constituyen objetivos estratégicos del Trabajo Social Comunitario. No capacitarnos para actuar con otros, para compartir, para vivir dentro de una o varias redes sociales, actuando colectivamente para defender intereses y 232 responder a retos, influye negativamente en nuestra propia dimensión como ciudadanos natos de una democracia” (p.15).

En este sentido –resaltan-, el Trabajo Social Comunitario tiene como finalidad principal afrontar los desafíos que para la inclusión social demandan una respuesta colectiva de la ciudadanía.

Así, Fernández y López definen el Trabajo Social Comunitario como “una disciplina del Trabajo Social que parte de los valores de la ciudadanía democrática, se basa en una metodología científica, se aplica a través de un proceso de diagnóstico, planificación, organización, desarrollo y evaluación y conlleva un proceso de enriquecimiento (empowerment) personal y comunitario”. (p.17). Agregan que el Trabajo Social Comunitario crea comunidades en acción, las sostiene en el tiempo y consigue mediante esta dinámica fortalecer los lazos sociales, crear nuevos vínculos y afrontar desafíos comunes.

Es necesario destacar el aspecto dinámico, en constante transformación, de las comunidades. Una comunidad, como todo fenómeno social, no es un ente fijo y estático, “es un ente en movimiento, que es porque está siempre en el proceso de ser, así como ocurre con las personas que la integran. Lo que permite definirla es la identidad social y el sentido de comunidad que construyen sus miembros y la historia social que igualmente se va construyendo en ese proceso” (Maritza Montero).

Este libro es una buena referencia para trabajadores sociales y todas aquellas personas interesadas en la intervención comunitaria”.



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